Hemos vuelto a Primera División pero tengo la sensación de que nunca nos hemos ido, lo digo porque veo un nivel de exigencia
al equipo semejante al de las épocas en las que se luchaba por
competiciones europeas. Tenemos que ser conscientes, tanto en las
victorias como en las derrotas, de quién somos y de dónde venimos; ya no
somos el Super Depor, ni el Euro Depor; ahora somos un equipo que viene
de segunda, un equipo en formación que parte de cero en la categoría y
es por ello que debemos ser pacientes y tener los pies en el suelo.
La temporada nos está definiendo nuestro lugar, tras la disputa de las 6 primeras jornadas el Deportivo ha sumado 6 puntos de 18 posibles, ocupando la decimosexta posición,
nos hemos enfrentado a equipos “fuertes” como el Real Madrid, Valencia y
Sevilla (saldados con un empate y dos derrotas) y a equipos de la que
denomina “nuestra liga” como son Osasuna, Getafe y Granada (con una
victoria y dos empates).
La lectura positiva de este inicio liguero es que el conjunto blanquiazul siempre dio la sensación de que pudo haber hecho algo más,
y es por ello que se le piden mejores resultados, pero creo que no es
el momento de presionar demasiado a un conjunto que acaba de dar un
salto de categoría, realizando ocho nuevas incorporaciones y que se está
formando como un equipo, partido a partido estamos viendo la evolución y es buena, cada vez más asentado en el campo, más compacto y transmitiendo buenas sensaciones.
Donde sí que tiene que haber una exigencia máxima es en la afición, no podemos aflojar, no podemos permitir que se pierdan puntos en Riazor,
tenemos que convertirlo de nuevo en un fortín como antaño; nosotros
teníamos que haber conseguido la victoria contra el Getafe y empujado al
equipo para que se volcase hacia la victoria frente al Sevilla… no vale
relajarse ahora que ya estamos en primera y lamentarse cuando quizás ya
sea demasiado tarde, tenemos que demostrar que hemos aprendido la
lección de los últimos partidos de liga el año del descenso, tenemos que
volver a convertir Riazor en una olla a presión gritando todos juntos
el: DEPORTIVO ALÉ!
Debemos sacudirnos los complejos como poco a poco lo están haciendo
los jugadores, mirar a los ojos a cada rival y decirle que somos el Depor, y que queremos recuperar nuestro trono, para ello, esta temporada partimos de cero,
con el objetivo impuesto de luchar por no descender y entre todos
tenemos que ganarnos el respeto del resto de la Liga. Todo ello siendo
realistas, conscientes de nuestras limitaciones y conocedores de
nuestras aptitudes, es por ello que lanzo un llamamiento de apoyo, paciencia y tranquilidad, los jugadores nos devolverán esa confianza con su compromiso.
Señores, esto acaba de empezar, tengamos los pies en el suelo, porque a partir de ahí empezaremos a crecer.
Forza Depor!
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